Entrevista al jugador del Liverpool FC Luis Suárez publicada en www.ovaciondigital.com.uy
"Mirá que de lo de Evra no me dejan hablar", aclaró ayer Luis Suárez en la recepción del complejo Melwood donde entrena el Liverpool. "Recién cuando termine la temporada voy a dar dos entrevistas para diarios de Uruguay y otras dos para España; y también puede ser que hable para el diario de acá, de Liverpool, que siempre me defendió", siguió explicando con su voz tomada por la gripe, que no le impidió entrenar después para el partido de hoy frente al Stoke City.
- ¿Cómo va su vida en Inglaterra? En Uruguay hay gente que cree que es un infierno.
-No, nada que ver. Obviamente, que si entrás a Internet y leés los diarios, pensás que estoy viviendo algo muy difícil, pero la verdad es que estoy muy bien. Acá se dijeron muchas cosas, pero yo nunca me puse a leer o a escuchar lo que se decía. Es como cuando estás a punto de pasar a otro equipo, si escuchás todo lo que se dice, te volvés loco. La verdad sólo leía lo que se publicaba en Uruguay, de acá nada; y estar apartado de todo el tema fue lo mejor. Me dediqué a venir al club a hacer lo mismo de siempre y olvidarme del resto. Mis compañeros se sorprendían, me decían que me veían como si no hubiera pasado nada; y eso también fue muy bueno para mí.
-Hace un poco más de un año que está acá ¿qué fue lo que más le costó de Inglaterra?
-Manejar por la izquierda. Je. La primera semana fue muy complicada, pero no hay más remedio que acostumbrarse y adaptarse. Yo pensaba que venir a un país tan diferente me iba a costar mucho, pero no fue así. Con mi familia seguimos viviendo como lo hacíamos en Holanda. Muy ajenos a todo y con la misma rutina.
-¿Se imaginaba que se iba a ver envuelto en un problema como éste y que el mundo entero iba a hablar del tema?
-No, la verdad que no. Es parecido a lo que pasó con la mano en el Mundial. A mí me encantaría que se acordaran de mí y que se hablara por lo los goles y por las cosas que hago para el equipo, no por problemas mediáticos. Pero son cosas que pasan en el fútbol, que algún día quedarán como anécdotas y que yo hoy trato de olvidar.
-Algunos ingleses lo consideran una víctima de la situación y otros el culpable, ¿usted cómo se siente?
-En el caso de la suspensión de los ocho partidos creo que fui un poco víctima. Lo que más me duele es que estuve en el juicio y no hubo ninguna prueba concreta. Fue simplemente mi palabra contra la del otro jugador y se le creyó a él. Eso me dolió muchísimo. Hubo días en que me levanté a las 6 y media de la mañana para ir al juicio a Manchester y volví recién a las 8 de la noche. Ese momento fue muy complicado. Lo otro, son cosas del fútbol y hay gente que opina de una manera y otros de otra; pero yo ya he jugado en otros países, hay mucha gente que me conoce y he demostrado como soy. Creo que no merezco que se me haya tratado como se me trató.
-Después de tantos líos debe haber sido muy lindo reencontrarse con el grupo de la selección, ¿verdad?
-Muy bueno. Aparte de mi familia fueron los que me defendieron y me aguantaron siempre. Salieron a declarar a favor mío a pesar de todo lo que se estaba diciendo. Eso fue muy importante para mí. Ni ellos ni el maestro tuvieron ninguna duda de la clase de persona que soy. Eso me dejó muy tranquilo, sobre todo porque hoy la imagen de la selección es muy importante.
-¿Qué le dijo el maestro en esa charla que tuvieron?
-Hablamos de todo lo que había pasado porque él lo que sabía era lo que decía todo el mundo. Quiso saber bien qué era lo que había pasado. Me preguntó cómo estaba yo anímicamente y le dije que se quedara tranquilo que estoy bien. Trato de hacer como si no hubiera pasado nada, pero a veces cuesta un poco. Soy un ser humano y tuve mis dolores. Si estaba aburrido y entraba a Internet tenía que cerrar enseguida porque todo era Suárez, esto Suárez, lo otro. Por suerte, tengo a mi hija y a mi señora y a Sebastián (Coates) y la novia que fueron un gran respaldo para mí. Le dije al maestro que lo que había pasado tampoco era para bajar los brazos, que sabía que tenia que seguir adelante por el club y por la selección. El me dijo que confiaba en mí y lo repitió delante del grupo. Dijo que dijeran lo que dijeran de mí a él no le iban a entrar ni las balas porque sabía como soy. Esa fue la frase que usó delante de los compañeros.
-¿Se va a quedar en Liverpool, o cree que un cambio de aire sería bueno?
-Me quiero quedar. A pesar de todo lo que pasó, estoy muy feliz acá, dentro y fuera de la cancha. Liverpool es uno de los clubes más grandes de Europa, un histórico. De niño lo veía jugar y me encantaba. Y en el club están contentos conmigo y quieren que me quede. Ellos saben que fueron cosas extra deportivas que sucedieron y que ya están en el olvido. Tengo contrato hasta el 2016 y ya quieren renovármelo. El técnico sigue confiando en mí y eso es muy importante. Sobre todo después de haber estado ocho partidos afuera.
-A propósito de Dalglish, se ve que lo quiere mucho pues lo ha defendido a capa y espada, ¿cómo es la relación?
-Intenta hablar español conmigo, me pregunta cómo estoy, cómo está mi familia. O si he visto determinado partido y me pregunta sobre los jugadores. Son detalles que me dejan muy conforme. Sobre todo porque acá no se estila mucho que el entrenador converse así con los jugadores. Eso me da mucha confianza.
-Ya ganó su primer título con el club, ¿para qué está este Liverpool?
-Hace sólo un año que llegué y ya gané un titulo, lo que no es nada fácil en Inglaterra. El equipo está en un proceso de adaptación, porque este año llegaron seis o siete jugadores. Hemos hecho una liga regular, pero si seguimos así el año que viene nos metemos en Champions seguro.
-Últimamente parece que cumple otro papel, da más goles de los que hace.
-Lo importante es ayudar al equipo. Cuando un delantero no está en racha goleadora debe aprovechar otras opciones. Obvio, que siempre quiero hacer goles, pero también me gusta darlos. Eso para los que dicen que juego muy solo arriba. Lo que pasa es que de afuera las cosas se ven distintas. A veces salimos con tres delanteros. Lo que pasa es que la Premier es muy difícil.
-Volvamos a la selección, ¿cree que podrá seguir manteniendo ese nivel que nos tiene a todos tan orgullosos?
-Esperemos que sí. Costó mucho mantener el proceso y lograr esta estabilidad. Nos hemos ganado un respeto y un nombre. Hoy los demás equipos nos respetan, como lo hacíamos nosotros antes con ellos. Ya no jugamos con miedo. Nos conocemos de memoria, pero hay que tener los pies sobre la tierra porque las Eliminatorias son siempre muy difíciles y muy largas. Estos dos partidos de junio son muy importantes para sacar ventaja.
-Faltan sólo tres meses para los Juegos Olímpicos, que justo serán en el país donde juega usted ¿le gustará estar?
-Me ilusiono con estar, igual que todos los compañeros. Todos queremos estar, pero la decisión es del maestro y del club. Si jugábamos la Champions era muy difícil que me dejaran ir, pero ahora estamos lejos de lograrlo. El campeonato empieza a mitad de agosto, no sé si me dejarían ir. No he hablado nada con el club, porque el maestro tampoco me pidió que lo hiciera. Yo ya le dije que acá soy local. Je.
LINDO. "Estar en unos Juegos Olímpicos con Uruguay sería algo increíble. Ya jugué Copa América y Mundial, me faltan los Juegos. Sería muy lindo. ¡Impresionante!"
TREN. "El miércoles pasado fui en tren a Londres, para acompañar un rato a la esposa de Cavani, y a su hijo Bautista, pero no pude quedarme a Chelsea-Napoli".
las 20:00".
SUFRIMIENTO. "La que más sufrió con todo lo que pasó con el caso de Evra fue mi esposa, Sofía. "Yo le decía que no leyera nada, ¡que era peor!".
Evra: "Mis compañeros se sorprendían, decían que me veían como si no hubiera pasado nada; eso fue muy bueno para mí".
Tabárez: "Dijo delante del grupo que confiaba en mí y que, dijeran lo que dijeran, a él no le entraban ni las balas".
Dalglish: "Me pregunta por mi familia, sí ví algún partido; son detalles, pues acá no se estila que el entrenador hable así con los jugadores".
